Aunque el mal olor de pies es algo normal de vez en cuando, es importante conocer sus causas y cómo podemos evitarlo, o al menos reducirlo, en caso de que nos cause molestias o situaciones embarazosas.
La sudoración es un mecanismo natural que utiliza el cuerpo humano para regular su temperatura. El sudor corporal, que está formado por ácidos grasos, esteroides y proteínas, es producido por las glándulas sudoríparas que se encuentran en la dermis, la capa intermedia de la piel. Estas glándulas tienen conductos que transportan el sudor a la superficie de la piel, donde se evapora para liberar el exceso de calor y mantener una temperatura constante. Nuestros pies no están exentos de este proceso natural. Los pies contienen aproximadamente 250.000 glándulas sudoríparas que constantemente secretan sudor para mantener esta zona húmeda, flexible y saludable. De hecho, el pie humano promedio puede producir alrededor de medio litro de sudor al día.
El sudor es completamente inodoro. Las bacterias que viven en la piel son las verdaderas responsables del mal olor que emana de los pies. Estas bacterias naturales se alimentan del sudor y las células muertas de la piel, provocando una serie de reacciones químicas que segregan compuestos malolientes, como el ácido isovalérico, que es la principal sustancia responsable del mal olor de los pies. Al tener más glándulas sudoríparas que cualquier otra parte del cuerpo, los pies sudan rápidamente, creando un entorno acogedor para las bacterias. Estas bacterias se acumulan en la piel, los calcetines y los zapatos, y a medida que se descomponen pueden dejar un hedor persistente.
Cómo evitar el mal olor en los pies
Lávate los pies a diario
Los pies, las manos y el ombligo son las partes del cuerpo donde más se acumulan las bacterias. Por este motivo, debes lavarte los pies con agua tibia y jabón antiséptico todos los días para eliminar las bacterias y la suciedad acumuladas.
La higiene diaria puede marcar una gran diferencia cuando se trata de evitar el mal olor de pies. Esto puede parecer algo muy obvio, pero los pies a menudo se pasan por alto en la ducha. Cuando estés en la ducha, enjabónate las plantas de los pies, y no te olvides de frotar entre los dedos, ya que esta zona es propensa a la humedad. Cualquier exceso de humedad entre los dedos de los pies podría provocar el crecimiento de bacterias, lo que acrecentaría el problema.
Mantén tus pies secos
Las bacterias que causan el mal olor de los pies proliferan con la humedad, ya que es el caldo de cultivo óptimo para el desarrollo de estos microorganismos. Al salir de la ducha, asegúrate de secarte los pies con tranquilidad y de forma meticulosa. Tómate unos segundos más y seca bien los espacios interdigitales. Quitar los restos de agua con una toalla limpia ayuda a detener el crecimiento de estas bacterias. Cuanto más secos estén tus pies, menos preocupación tendrás por el mal olor. Además, para evitar el mal olor de los pies, también es importante que uses calcetines limpios y que compruebes que tu calzado está completamente seco antes de volver a usarlo.
Elige el calzado adecuado
El tipo de calzado que usas juega un papel fundamental en el olor en los pies. Lo más importante para combatir este problema es conseguir unos zapatos transpirables que proporcionen una adecuada ventilación en los pies, principalmente para que el sudor se evapore. Otro de los consejos para evitar el mal olor en los pies es cambiar de zapatos con frecuencia. No es aconsejable usar los mismos zapatos todos los días, ya que necesitan tiempo para ventilarse y secarse. De lo contrario, la humedad y las bacterias seguirán acumulándose, y el olor de pies se hará más fuerte.
Los pies también necesitan descansar y secarse. Por este motivo, cuando estés en casa, puedes ponerte unas chanclas tan pronto como te quites los zapatos. Las chanclas Surippa cuentan con la tecnología Dynergy, que se adapta a la forma del pie y amortigua tus pisadas para que no notes ningún impacto al andar. Al absorber, distribuir y neutralizar los impactos y presiones al caminar, estas chanclas disminuyen la fatiga y relajan las articulaciones, potenciando el descanso de tus pies.
Usa calcetines que absorban el sudor
Los calcetines son importantes para la salud general de los pies. Elegir los calcetines adecuados es un aspecto clave para combatir el sudor y el olor, y que los pies se mantengan frescos y secos.
Los podólogos recomienzan utilizar calcetines que absorban el sudor, como es el caso de los calcetines de algodón. Este tejido consigue absorber el sudor y permite la adecuada transpiración del pie. Más allá del tipo de tejido, los calcetines deben cambiarse al menos una vez al día, y no reutilizarse, ya que absorben mucha humedad y las bacterias crecen rápidamente.
También es recomendable cambiarse los calcetines cada vez que se experimenta sudoración en los pies, por lo que puedes llevarte un par de calcetines extra para cambiarte a la hora del almuerzo, el descanso o después del entrenamiento, incluso si no puedes lavarte los pies.