El origen de los nombres de los tipos de pies se encuentra en las civilizaciones antiguas que creían que por la forma de estos se podía saber la nacionalidad de la persona. Hay tres tipos de pies cuya principal diferencia es la longitud de los dedos, pero vamos a verlo con más detenimiento.
Pie egipcio
Esta es la forma más habitual, de hecho se calcula que un 70% de personas la poseen. Se caracteriza por tener el dedo pulgar más largo y el resto desciende de tamaño progresivamente, siendo el más corto el meñique.
El pie egipcio suele desarrollar juanetes, ya que el peso del cuerpo recae en el dedo pulgar y el metatarso, para prevenirlos lo mejor es elegir un calzado con la punta redonda, de esta manera los dedos tendrán espacio.
Pie griego
También conocido como tipo Morton, es muy reconocible porque tiene el segundo dedo más largo que el resto y puede ser rectangular o empinado. En el caso del rectangular, del tercer al quinto dedo todos son del mismo tamaño, sin embargo, en el caso del empinado esos dedos van descendiendo como el pie egipcio.
A este tipo de pies les afectan diferentes lesiones, rozaduras y lo que se conoce como dedos de martillo, que son contracciones de las articulaciones. Para lo que se aconseja zapatos de tacón bajo y chanclas como las de Surippa.
Pie romano
También conocido como pie cuadrado, este tipo solo lo tiene el 10% de la población. Esta forma de pie tiene los tres primeros dedos de la misma longitud y el resto son mucho más cortos.Las personas con pie romano no suelen tener problemas porque el peso se reparte de una manera más uniforme, aun así los zapatos más adecuados son de punta redonda o cuadrada.