Si eres asidua al uso de tacones altos, seguro que alguna vez sientes dolor de pies, esto es normal, ya que este tipo de calzado provoca que el peso no se reparta de forma proporcional entre la parte delantera y el talón, sino que hace que ésta recaiga en los dedos del pie, con lo que se aplastan y se sobrecargan las articulaciones. Si solo los usas de vez en cuando, pero te cuesta resistirte a ellos cuando tienes una ocasión especial tendrás más posibilidades de adquirir algunas malas posturas al caminar que lleguen a afectarte también a la espalda y te provoquen dolor de pies.
Al llevar el talón elevado, el músculo de la pantorrilla se acorta al andar lo que conlleva dolor de pies e incluso de columna, por eso, si sigues éstas recomendaciones notarás un cierto alivio.
Haz ejercicios
Hay una serie de ejercicios muy sencillos con los que podrás estirar los pies, notando el alivio en pocos minutos. Además lo puedes hacer en casa sin necesidad de ningún aparato sofisticado.
- Sentada en en el suelo, sobre una colchoneta, estira de los dedos de tus pies suavemente mientras notas como los músculos se tensan. Mantén esta postura durante unos 30 segundos en cada pie.
- Haz rodar el pie sobre una pelota de tenis o una botella fría, pasando toda la planta desde los dedos hasta el talón como si la masajearas.
- Sube y baja los talones de forma alterna y combínalo con ponerte de puntillas. Hazlo 10 veces con cada pie.
Baños de agua templada
Estos baños de agua tibia con un poco de sal son uno de los remedios más fáciles que puedes utilizar para aliviar el dolor de pies. Tan solo tienes que buscar un barreño e introducir media taza de sal y agua tibia, a continuación sumerge los pies durante 20 minutos. Si quieres, también puedes añadir una infusión de manzanilla o de jengibre para incrementar la sensación de relax y conseguir un efecto antiinflamatorio.
Usa los tacones adecuados
No hace falta que renuncies a llevar zapatos de tacón si sabes cuales son los más adecuados, como los que no superan los 4 centímetros, con los que podrás ir elegante a cualquier evento sin sufrir en exceso. Evita los que tengan el tacón de aguja y cámbialos por alguno con el tacón más ancho o por plataformas, así conseguirás que se reparta mejor el peso. Tampoco te pongas un calzado que te apriete demasiado, tienes que tenerlo bien sujeto, pero que te permita la movilidad en los dedos de los pies. Por último, te recomendamos que uses los zapatos de forma progresiva, ni se te ocurra estrenarlos el mismo día que tienes ese evento donde vas a llevarlo muchas horas puestos.
Masajes en los pies
Aprovecha el final del día para realizarte un masaje relajante con algún aceite esencial como el de lavanda o menta o una crema específica para los pies. Aplica una ligera presión para descontracturar la zona y mejorar la circulación de la sangre, sobre todo presta especial atención a la zona del metatarso, que es la que recibe todo el peso cuando usamos tacones. Notarás como se alivia la hinchazón y te irás a la cama con una gran sensación de bienestar.
Usa calzado cómodo de descanso
Si no puedes evitar usar tacones, ya sea por tu trabajo o por otras razones, aprovecha para usar zapatos planos cuando llegas a casa. Una buena opción es ponerte unas chanclas con las que podrás caminar de una forma más cómoda, con todo el peso repartido, sin elevaciones en el talón.
Las chanclas Surippa están realizadas con Tecnolodía Dynergy, una técnica patentada con ondas 3D que amortiguan tu pisada de tal forma que no notarás ningún impacto al andar. Su diseño con distribución de la presión disminuye la fatiga y relaja las articulaciones. Estas chanclas son una auténtica experiencia para tus pies, por eso querrás ponértelas para salir a la calle o para descansar cuando llegas a casa.
Coloca unas plantillas
En el mercado puedes encontrar una amplia variedad de plantillas, arcos de gel y almohadillas con las que acolchar la pisada. Sentirás menos presión al caminar, además lo harás sobre una superficie más blandita, con lo que disminuirán las molestias.
Mete los zapatos en el congelador
Pon papel de periódico dentro de los zapatos de tacón y mételos un rato en el congelador hasta que vayas a ponértelos. Cuando te los coloques, la temperatura de tu cuerpo hará que mejore la circulación y que el zapato se adapte mejor a tus pies.