Nuestros pies son unas de las partes del cuerpo que más sufren nuestros hábitos diarios. Ellos son los encargados de llevarte a todas partes, por lo que cuidarlos es primordial para no tener dolencias. El trabajo es una de esas situaciones que puede provocar dolor de pies. Los trabajos exigentes que requieren pasar largas horas en pie o moviéndote son los más críticos. Por eso, ¿qué hacer si te duelen los pies en el trabajo? Te damos algunos consejos para evitar el dolor de pies después de trabajar.
1. Cambia la dinámica de movimiento en el trabajo
Si tu tipo de trabajo te lo permite, intenta hacer cambios para que a tu cuerpo le resulte más llevadero. Por ejemplo, intenta intercalar fases caminando, sentándote o sencillamente cambiando de posición. Estos cambios en la dinámica pueden ayudarte a relajar la tensión muscular que se produce al estar mucho tiempo seguido en la misma posición. Llevar a cabo este sencillo consejo puede hacer que disminuyan las molestias en los pies, las rodillas o la espalda y también puede ayudarte a prevenir dolencias.
2. Estira cuando puedas
Los estiramientos son un ejercicio importante cuando estamos mucho tiempo de pie, caminando o entrenando. Los beneficios de los estiramientos son muchos y variados. Estos te ayudarán a relajar los músculos y aliviar el dolor después de un esfuerzo físico. Además, con la relajación muscular, el oxígeno y los nutrientes pueden circular más libremente por todo el cuerpo, por lo que descansarás más y estarás recuperado para el día siguiente. Los estiramientos también favorecen la circulación del flujo sanguíneo, por lo que tu circulación mejorará y sentirás mucha menos tensión muscular durante todo el resto del día.
3. Utilizar el calzado apropiado
La importancia de usar calzado cómodo y seguro no se puede pasar por alto. Este es un consejo que siempre deberías tener en cuenta, independientemente de si tu trabajo requiere estar de pie o sentado. Elegir un buen zapato para trabajar te ayudará a distribuir mejor las presiones, hacer menos esfuerzos al moverte y contribuirá a reducir dolencias y mitigar dolores.
Este consejo cobra más importancia si además de tener que estar largas horas de pie o en movimiento tienes que usar calzado de seguridad. ¿Te suena ese momento de llegar a casa, quitarte los zapatos y automáticamente sentir un gran alivio? Para ese momento de relajación, nada mejor que cambiarte los zapatos y ponerte algo cómodo, como las chanclas Surippa. Así, sentirás esa gran sensación de alivio y libertad y podrás descansar los pies y recuperarte como nunca. Y es que en este punto, debes poner mucha atención tanto al calzado que usas mientras trabajas como el que te pones cuando dejas de trabajar.
4. Cambia de zapatos regularmente
Incluso aunque todos tus zapatos sean buenos, seguros y cómodos, es importante ir rotando los zapatos que utilizas. Puedes cambiarte de zapatos cada día o incluso en el mismo día cada par de horas. La razón de este consejo es sencilla: con distintos zapatos, tus pies tienen distintos puntos de presión. Así, los músculos que se activan con cada zapato son distintos y puede ir rotando. De esta forma, no estarás utilizando siempre los mismos músculos y no sufrirás tanta fatiga y tensión muscular.
Si tu trabajo te lo permite, te recomendamos que pruebes las chanclas Surippa también para trabajar. ¿Unas chanclas para trabajar? ¡Sí, y es que Surippa son mucho más que unas chanclas! Gracias a su suela con tecnología patentada Dynergy, se absorben mucho más los impactos que con cualquier otra chancla del mercado. Además, las presiones se distribuyen de tal forma que tendrás la sensación de que estás flotando.
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