En ocasiones escuchamos como personas con diabetes desarrollan problemas en los pies ¿a qué es debido? ¿Qué relación tiene? Aproximadamente la mitad de las personas con esta afección desarrollan neuropatía diabética, es decir, daño en los nervios. Este daño en los nervios puede extenderse a cualquier parte del cuerpo, pero lo cierto es que los nervios de los pies y piernas son los que se ven más afectados.
Insensibilidad en pies y piernas
La neuropatía diabética o daño en nervios y vasos sanguíneos causa un entumecimiento y una reducción de sensibilidad en los pies. Hay personas que notan adormecimiento, hormigueo o incluso un dolor en esa parte afectada, pero muchos otros pierden la capacidad de sentir dolor, calor o frío.
¿Cómo nos afecta esta incapacidad para sentir? El dolor es la forma que tiene nuestro cuerpo de avisarnos de que algo va mal en nuestro cuerpo. Si no sentimos dolor, es posible que determinadas lesiones como cortes, ampollas o llagas pasen desapercibidas. De esta forma, pequeños problemas que no tendrían importancia, pueden convertirse en problemas más serios. Sobre todo porque la diabetes también disminuye la cantidad de flujo sanguíneos en zonas como los pies, por lo que estas lesiones sanan más despacio y pueden infectarse con mayor facilidad.
Si una persona con diabetes cuenta con una herida no detectada, podría desarrollar una úlcera de pie diabético. Esta relación entre la diabetes y pies hace que sufrir una lesión en esta parte del cuerpo sea razón suficiente para ir a un especialista. Además, también es importante que las personas con diabetes extremen el cuidado en sus pies. En los casos más extremos, las úlceras de pie diabético pueden derivar en amputaciones de dedos, pies o piernas.
Revisar nuestros pies diariamente
Cuando una persona desarrolla diabetes, los profesionales de la salud le informarán cómo debe cuidar de su salud. No sólo los controles de azúcar y un cambio en la alimentación, también enseñarán a revisar partes de su cuerpo como los pies.
Es importante realizar una revisión diaria de la planta de sus pies, de los laterales de los mismos o de los talones y dedos. Debemos revisar si tenemos la piel seca o rajada, si encontramos ampollas o úlceras o si hay señal de hematomas.
También es interesante fijarse en si hay enrojecimiento o puntos firmes y duros. Si no vemos bien, debemos solicitar a alguien que revise nuestros pies con frecuencia.
Cuidados de los pies para diabéticos
Todos deberíamos cuidar diariamente nuestros pies, pero por lo que vemos, en el caso de las personas diabéticas es algo completamente imprescindible en sus rutinas diarias.
Lavarse los pies todos los días
En el lavado de los pies conviene hacerlo siempre con agua tibia y nunca caliente. Es importante, además, no dejar los pies sumergidos durante mucho tiempo. Asimismo, debemos secarlos completamente, insistiendo en partes como los dedos, y aplicar una crema hidratante.
No caminar descalzo
Una zona delicada que carece de sensibilidad debe estar siempre protegida. Por este motivo, se recomienda que las personas diabéticas no anden descalzos. Es mejor usar zapatos o zapatillas incluso estando dentro de casa. Además, es necesario revisar este calzado para evitar piedras u objetos que puedan dañar nuestros pies.
El calzado más cómodo
Utilizad siempre calzado cómodo. En invierno quizá lo tengamos más sencillo, pues hay una gran oferta de zapatillas cerradas, tanto en calzado informal como en calzado más serio. En verano, es normal querer usar zapatillas más frescas, pero incluso las chanclas deben ser de calidad. Un buen ejemplo son las chanclas de surippa pues cuentan con una amortiguación mayor así como una suela completamente ergonómica que se adapta a nuestros pies.
Cortarse las uñas con cuidado
Se deben cortar las uñas en línea recta evitando así que al crecer puedan clavarse en la piel. Luego, además, es interesante limar las asperezas. En este punto, lo más interesante es acudir a un podólogo, pues será el más indicado para el tratamiento de los pies de una persona con diabetes.
Es más, no es recomendable que una persona con esta patología se quite los callos o dureza.
Atención especial a la circulación
Como la diabetes también afecta a la circulación de la sangre en esta zona, deberíamos favorecerla el mayor tiempo posible. Calzado adecuado, medias de compresión o levantar los pies cuando estamos sentados y mover los dedos durante unos minutos a lo largo del día pueden ser consejos muy buenos en estos casos.
Cuándo acudir al médico
Teniendo en cuenta la relación directa entre la diabetes y los pies, si notas dolor en las piernas, calambres en tus nalgas, hormigueo o ardor en los pies, son motivos más que suficientes para informar a tu médico de cabecera o especialista.
Además, también hay que visitar al médico si notamos pérdida de la sensación del tacto o incluso la capacidad para sentir frío o calor en esta zona del cuerpo.